viernes, 4 de enero de 2008

Karl Bühler





Karl Bühler (Meckesheim, Baden, 27 de mayo de 1879 - Los Ángeles, 24 de octubre de 1963), pedagogo, psicólogo, lingüista y filósofo alemán.

En 1899 empezó a estudiar medicina en Friburgo y allí se doctoró en esa materia, pero cursó estudios paralelos de Psicología y Filosofía en Estrasburgo. Amplió los de Psicología en la Universidad de Berlin y la de Bonn. Aunque se formó en la Psicología de la Gestalt, desarrolló su propia teoría, el Funcionalismo, para explicar los procesos cognoscitivos. De 1918 a 1922 fue profesor de Filosofía y de Pedagogía en Dresde; allí se casó en 1916 con Bertha Charlotte Bühler (1893–1974), otra importante psicóloga, fundadora de la psicología del desarrollo. Entre 1922 y 1938 fue profesor de Psicología en la Universidad de Viena y en su Instituto Pedagógico, formando parte del Círculo de Viena. Sus teorías sobre la evolución intelectiva del niño inspiraron la reforma educativa en Austria. Los progresos de los nacionalsocialistas y el hostigamiento hacia él y su mujer les impulsaron a abandonar el país en 1938; estuvieron en Oslo, en Londres y finalmente marcharon en 1939 a los Estados Unidos, donde se establecieron definitivamente. Hasta 1945 Karl Bühler fue profesor en Minnesota, y después, hasta su jubilación en 1955, lo fue de Psiquiatría en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, donde falleció el 24 de octubre de 1963. Tuvo importantes discípulos, entre ellos los filósofos Ludwig Wittgenstein y Karl Popper, el historiador del arte Ernst Gombrich y el antropólogo y etólogo Konrad Lorenz.


Se formó en la Psicología de la Gestalt, pero creó su propia teoría, denominada Funcionalismo. En Pedagogía fue muy influyente su obra El desarrollo espiritual del niño (traducción de Rosario Fuentes, 1934), donde establece, entre otras cosas, que el juego es un elemento fundamental para el desarrollo intelectual y cognoscitivo del hombre. Entiende el juego como "placer funcional" independientemente de la actividad llevada a cabo y de la finalidad que persiga. Este placer funcional lo presenta como el objetivo en función del cual se despliega la actividad y, simultáneamente, como el mecanismo interno que sostiene su reiteración. Distingue entre el motivo que rige los juegos funcionales del niño (el placer) y los más evolucionados del adulto. El niño pasa de los juegos sensorio motrices durante el primer año, en que experimenta y practica infatigablemente con su cuerpo, a los juegos receptivos hacia el final del primer año de vida, atendiendo a la forma y constitución de los juguetes y ejercitando la percepción; de ahí el niño pasa a los juegos imaginativos, que confieren algún significado a la acción, entre los dos y cuatro años, cuando finge ser el padre o la madre y copia los roles de los adultos; desde los cuatro años y medio pasa a los juegos constructivos; en que coloca los objetos en diversas posiciones y observa el resultado; desarrolla las capacidades prácticas y ejercita con otros la interacción social; a partir de los seis años se pasa a los juegos colectivos que facilitan la cooperación, el sentido de relación y la competencia y la cooperación.

Karl Bühler, al igual que los gestaltistas, sostenía (1913, 1929) que la construcción teórica ("organización") era una fun­ción básica de la mente humana al margen de asociaciones de las im­presiones de los sentidos u otros "átomos del pensa­miento"; igualmente, rebatía experimentalmente toda forma de "atomismo lógico" (como lo llama Russell) y de atomismo psicológico. Bühler atribuye tres componentes a la función comunicativa del lenguaje: la función expresiva, la función indicativa, estimulativa o liberadora y la función descriptiva. A éstas le añadirá Karl Popper, que fue alumno de Bühler, otra función más: la función argumentativa.

En 1918, Karl Bühler organizaba el lenguaje con una tríada de funciones, correspondientes a los tres polos de la comunicación, Kundgabe (notificación), Auslösung (suscitación) y Darstellung (representación o descripción): se habla de ELLO, se lo "describe", TÚ escucha —está suscitado–, escucha YO que habla —está notificando—, ahora el TÚ de antes se vuelve YO que habla, y TÚ, el YO de antes, escucha la respuesta sobre el tema de ELLO (indefinido, ya que puede ser un "otro" ELLO).

En su libro de 1934 Sprachtheorie. Die Darstellungsfunktion der Sprache (Jena, Fischer, traducido por Julián Marías: Teoría del lenguaje, Madrid, Revista de Occidente, 1950) Bühler proponía el modelo del organon, representación triangular del acto de habla, que derivó en tres funciones, Ausdruck (expresión), Appell (llamada o apelación), y la misma Darstellung. Se configuran así dos campos: el simbólico (de la representación conceptual) y el mostrativo, indicativo o señalativo - ámbito del hablante y el oyente ("situación" para Eugenio Coseriu), que abarca las otras dos funciones. En el campo mostrativo opera la deíxis, la forma de señalamiento o mostración que típicamente pueden realizar los pronombres. Bühler distinguió tres tipos de deíxis: demostratio ad oculos, deíxis anafórica y deixis de la fantasía (Deixis am Phantasma). La demostratio ad oculos es la deixis efectuada en el campo mostrativo en la situación del enunciado, como un tipo de referencia exofórica. Con los pronombres personales se señalan el emisor: la primera persona y el receptor: la segunda persona. Con otros pronombres se efectúan diversos señalamientos al contexto espacio-temporal creado por el acto de hablar y la participación de su emisor (acá / allá, este, acá, ahora, mío / tuyo, etc.). La deixis de la fantasía es el señalamiento a objetos no presentes en la situación de discurso. Se realiza en el plano de la memoria, o la imaginación. La deíxis anafórica es la dexis sintáctica, es decir, el señalamiento a un segmento del texto, del cual el pronombre es correferente (tiene el mismo referente que aquél); la referencia es endofórica. La anáfora puede ser anticipatoria o prospectiva, llamada también catáfora.

Roman Jakobson conocía bien la tríada de funciones del lenguaje gracias al Círculo Lingüístico de Praga, del cual el ruso era el animador principal, y donde el esquema de Bühler fue aceptado fácilmente, ya que permitía resolver unos problemas todavía controvertidos antes de que Bühler se marchara hacia los Estados Unidos, lo que ocurrió en 1939; Jakobson también salió en esa misma fecha, pasando por Dinamarca, Noruega y Suecia.


Dentro de sus obras tenemos:

1913: Die Gestaltwahrnehmungen. Experimentelle Untersuchungen zur psychologischen und ästhetischen Analyse der Raum- und Zeitanschauung, 1913, Stuttgart: Spemann

1918: Die geistige Entwicklung des Kindes, 1918, Verlag Gustav Fischer, Jena

1927: Die Krise der Psychologie, 1927, Verlag Gustav Fischer

1931: "Phonetik und Phonologie". Travaux du Cercle Linguistique de Prague, 4, 1931, S. 22 - 53

1933: Axiomatik der Sprachwissenschaften, 1933, Frankfurt: Klostermann

1933: Ausdruckstheorie, 1933, Verlag Gustav Fischer, Jena

1934: Sprachtheorie. Die Darstellungsfunktion der Sprache [Das Organon-Modell], 1934, Verlag von Gustav Fischer, Jena

1936: Die Zukunft der Psychologie und die Schule (Schriften des pädagogischen Instituts der Stadt Wien), 1936, Deutscher Verlag für Jugend und Volk Gesellschaft M.B.H., Wien - Leipzig

1963: Das Gestaltprinzip im Leben des Menschen und der Tiere, 1963, Verlag Hans Huber, Bern

1990: Aspekte des Leib-Seele-Problems, 1990, Verlag Dr. Johannes Königshausen, Würzburg




Vía: Wikipedia aeiou dasrotewien

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